Por los problemas que tuvimos en las últimas quemas (rajaduras y roturas), esta quema de bizcocho la hicimos con un muro y un brazo extensión de la boca del horno. Creemos que de esta manera podemos evitar el brusco choque de la llama con las piezas de la primera fila.
Aún nos falta mucho por aprender, cada quema es un capítulo para pensar y reflexionar. Cada vez nos acercamos más al lenguaje del fuego, por pasión y curiosidad, aún cuando nos signifique enormes alegrías, grades esfuerzos, grandes ilusiones y desilusiones y mucho cansancio.
Tenemos una idea que comparte la misma esencia de la nota siguiente.
Primero maté a los peces, después los liberé. Luego comencé a pescar sin la rebaba del anzuelo. Más tarde sin la aguja del anzuelo, sólo con el gancho. Y luego sólo con la mosca, para sentir el pez enganchado un segundo y ver como se iba. Pero igual me dije: el gran pescador no tiene que enganchar al pez, tiene que recorrer el río y simplemente saber que los peces están ahí. Es el nivel más alto. No conozco a nadie así, pero tal vez algún día. Mel Krieger
Extraido de http://catedraceramica.blogspot.com
Gracias Inés y Eduardo.
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