Cerezos y manzanos
Ya no vivimos en Villa Elisa; estamos con un pie en buenos aires y el corazón en la patagonia. Será como dice la canción: cuando nos crecieron alas volamos? no sé, pero se acerca bastante a nuestro anhelo. Y ese deseo no es más que trabajar. Ambicioso, pero en esos lugares y no sé porqué, uno se encuentra con el tiempo. Pintar al membrillo, eso que inevitablemente se escapa.
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