"En 1902, atraído por Rodin llega a París, para escribir sobre él una monografía crítica, sirviéndole unos meses de secretrio. Rememorando luego sus primeras visitas a Rodin, confesaba Rilke en una carta: No llegué hasta usted solamente para hacer un estudio; era para preguntarle: Cómo hay que vivir? Y usted me respondió: Trabajando. Lo comprendo bien. Siento que trabajar es vivir sin morir."
Del prólogo de Los cuadernos de Malte Laurids Brigge, Rainer María Rilke
¡Pra frenchi, inyeniero! Felicitaciones por el nuevo emprendimiento.
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